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La obra de José Guerrero dice adiós a Granada tras meses de polémica

EL MUNDO, 15/11/2010

José Antonio Cano

José Guerrero, nacido en Granada en 1914 y desde 1953 nacionalizado estadounidense, está considerado uno de los pintores abstractos más importantes de su generación y un referente para gran parte de los autores que lo siguieron. Fallecido en Barcelona en 1991, en el año 2000 se inauguró el Centro Cultural que lleva su nombre en la céntrica calle Oficios de Granada, junto a la Catedral, tras un acuerdo entre los herederos y la Diputación provincial. Un acuerdo que se rompe tras diez años y que, en ausencia de alternativas, provocará que, cuando acabe 2010, los 60 cuadros que componían el legado salgan de la ciudad rumbo a un almacén.

Un acuerdo que ha seguido vivo un año más de lo que estaba previsto, en realidad, ya que caducó el 31 de diciembre de 2009. Tras varios meses de incertidumbre y negociaciones, a comienzos de septiembre la Diputación dio quince días de plazo a la familia para que decidiese qué nuevo modelo, de los dos que se le ofrecían, prefería para la gestión del legado. Si una fundación pública -en la que la institución provincial controlaría el 51% y participarían otras administraciones- o una privada, en la que Diputación aportaría el actual edificio del centro Guerrero y cantidades económicas puntuales.

En ambas opciones, la condición era que la obra pictórica del autor permaneciese en Granada al menos todo 2011, aunque con la amenaza de que, si al final del plazo no se obtenía una respuesta, se procedería "a la preparación de embalaje y seguridad del fondo con el que ahora cuenta el Centro José Guerrero para su devolución en el lugar y a la persona" que se indicase por parte de la familia.

Los herederos no agotaron el plazo y respondieron que ninguna de las dos opciones les satisfacía y que rompían las negociaciones con la Diputación. Entre tanto, la institución provincial cesó a la entonces directora del centro, Yolanda Romero, que contaba con la confianza de los Guerrero.

En ese momento, el tema pasó de cultural a político, cuando el Ayuntamiento de Granada, gobernado por el PP, exigió la intervención de la Junta de Andalucía para que la "política alocada" de la Diputación, controlada en coalición por PSOE e IU, no hiciese que los fondos saliesen de la ciudad. La Junta respondió que "no pintaba nada" en un tema que afectaba principalmente a la capital, y que quizás el papel habría correspondido al Ayuntamiento.

Como quiera que ninguna de las dos instituciones hizo realmente ningún movimiento, las negociaciones entre Diputación y los herederos se mantuvieron todavía un mes más, hasta que se confirmó la opción de que la obra fuese acogida por la Obra Social de CajaGranada, en el Museo Memoria de Andalucía, integrando los fondos del centro Guerrero en sus actividades. El mismo 27 de octubre en que se dieron por rotas las relaciones con Diputación, comenzaron oficialmente las reuniones entre el presidente de la caja, Antonio Jara, y la familia Guerrero.

Sin embargo, las conversaciones entre dicha entidad y la familia no pasaron de los quince días. El 10 de noviembre, los herederos comunicaban a la Obra Social de la caja que la integración de los fondos en la programación del Museo suponía una "limitación insoslayable". Al mismo tiempo, CajaGranada entendía que la dirección técnica del proyecto correría a cargo de su propio personal, mientras la familia insistía en continuar con la que tuvo hasta septiembre de 2009 en su propio centro, comandada por Yolanda Romero.

Ahora, con las acusaciones cruzadas sobre quién es responsable políticamente del fracaso –y dado que sólo han actuado instituciones gobernadas por el PSOE, la mayoría parten del PP granadino–, la familia ultima los detalles para que, a partir de finales del mes próximo, los 60 cuadros del legado del pintor abstracto salgan de su ciudad natal rumbo a algún almacén por determinar.